Querida, Veri.
Estás embarazada. Sí, lo estás.
Aún no lo sabes, pero estás embarazada y tu vida está a punto de cambiar drásticamente.
Tranquila, aprovecha a seguir haciendo lo que haces por ahora, lo que haces hasta entonces, porqué nunca más lo volverás a hacer igual.
Y no. No es una amenaza. Aún no lo entiendes, pero verás que no es una amenaza.
Cuando nuestro bebé tenga 9 meses, sabrás que nunca más volverás a hacer las mismas cosas de la misma forma. Necesitarás 9 meses para darte, de verdad, cuenta de ello; necesitarás 9 meses para sentir el cambio con toda tu alma.
Y te gustará.
Te parece raro porqué forma parte de ti pensar que eres cabezota, y piensas saber quién serás mañana, pero no. No lo sabes.
Te relajarás.
Te parece más raro aún, pero es que no tendrás más opción que relajarte.
Suena terrible, suena como entrar en un callejón sin salida.
Lo necesitas. Necesitas este callejón sin salida,
(y lo sabes)
y por eso has buscado quedarte embarazada.
Y tendrás la sensación de que la maternidad te habrá salvado;
Pero esto ya lo verás.
Ah, ¡sí!
Al principio pensarás que te vuelves loca
El principio no será fácil, tus hormonas estarán un poquito
(mucho)
a tope.
Pero forma parte.
Pasarlo mal forma parte. Lo necesitarás, créeme.
“Nada es porque sí.”
Vivirás esta frase cada día.
A partir del 6º mes se relajará un poquito la cosa.
Tendrás más ayuda.
Volverás a escribir
Poco a poco te irás
(re)colocando,
(re)equilibrando,
(re)haciéndote,
(re)encontrándote.
Meditarás.
Mucho.
Escucharás mantras.
Muchos.
Buscarás conocerte.
Aún más de lo que puedas imaginarte ahora.
Nada que ver con lo que haces, pero lo que haces es extremamente importante.
Del punto A al B.
Y seguimos.
Amarás.
Intentarás amar.
Diferente.
Profundo.
Intenso.
Bonito.
Amarás la cara A y la cara B.
Lo amarás todo.
Buscarás amarlo todo
(y todos).
Sentirás que todos somos uno.
No todo el rato lo harás,
Pero intentarás hacerlo siempre que sea posible;
Siempre que te des cuenta que no estás en el amor.
Eres humana.
Te enfadarás,
Y llorarás,
Y te frustrarás,
Y tendrás días de mierda.
Reflexionarás.
Te perdonarás.
Pedirás perdón a la persona más importante:
TU.
Perdonar
A tu yo niña,
A tu yo adolescente,
A tu yo hija,
A tu yo hermana,
A tu yo esposa,
A tu yo amiga,
A tu yo madre.
Y es que si no te perdonas,
No sabes amar.
Así que seguirás haciendo lo que haga falta para perdonarte,
Para amarte,
Para amar.
Para toda la vida.
Porque amor y perdón van de la mano.
Y es que necesitabas ser madre,
Querer como sólo se quiere a un hijo,
Para entender cómo quieres
TÚ
Quererte y querer.
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